sábado, 1 de agosto de 2009

Comienzo

Comienzos de la Masonería en Chile

Los primeros vestigios de actividad francmasónica en el territorio entonces denominado Virreinato de Perú, aparecen en torno al año 1770; se cree que funcionaban algunas logias. En el año 1800, dependiendo de la Gran Logia de Inglaterra, se consagra en Londres la logia “Gran Reunión Americana”, autodenominándose sus miembros “Caballeros Racionales”.

Entre sus organizadores se encuentran Francisco de Miranda y Bernardo O'Higgins. Su ideario se expandiría en Sudamérica a través de las logias llamadas “Lautaro”.


A mediados de 1812 se instala la logia “Lautaro” de Buenos Aires; un tiempo después, aparecen la de Mendoza y Santiago (ésta en 1817). En 1822 las logias lautarinas se disuelven, una vez cumplidos sus objetivos independentistas. Respecto a su verdadera filiación masónica, hay diversas opiniones: unos autores, basándose en su Constitución General, la defienden; otros, piensan que eran logias de tipo militar, secretas pero no claramente francmasónicas.


En cualquier caso, la masonería chilena se verá impulsada por el masón Manuel Blanco Encalada, almirante y primer Presidente de la República. En 1825, durante el sitio de El Callao, visita las logias de Lima. Su amistad con el general Manuel Antonio Valero, Soberano Gran Inspector General del Grado 33º, llevará a que ambos acuerden instalar un taller: el 15 de marzo de 1827, en el Oriente de Santiago, "bajo el patrocinio de San Juan Bautista", se funda la logia "Filantropía Chilena", bajo los auspicios de Gran Oriente Colombiano, por encargo del Capítulo "Regeneración" de Lima y trabajando en el REAA.


Su cuadro de oficiales fue el siguiente:


Venerable Maestro, Manuel Blanco Encalada (18º).
Primer Vigilante, Manuel José Gandarillas.
Segundo Vigilante, Manuel Rengifo.
Orador, Tomás Ovejero.
Secretario, Juan Francisco Zegers.
Tesorero, Ventura Blanco Encalada.
Experto, Ángel Argüelles.


Otros miembros fundadores fueron Vicente Fur (sic), Francisco Dowster, Victoriano Garrido, José Manuel Gómez de Silva, Jorge Lyon, Carlos Renard, José Domingo de Otaegui y Mariano Álvarez.


Esta logia contribuyó, entre otras aportaciones, a la conforrmación del pensamiento liberal chileno y a crear una corriente de opinión, -vehiculizada a través de un partido político próximo al ideario de la Francmasonería: los “philopolitas”.


Aunque un tiempo después "Filantropía Chilena" desaparece, por diversas causas, la francmasonería chilena se reconstituye con un grupo de franceses que deciden levantar columnas en Valparaíso, autorizados por el Gran Oriente de Francia: el 7 de agosto de 1850 nace la logia "L´Etoile du Pacifique", trabajando en el R:.E:.A:.A:.

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